Una laparoscopia sirve para ver el interior del abdomen y de la pelvis. Permite visualizar y tomar biopsias de diferentes zonas, como el hígado, el peritoneo, el bazo, los ovarios, el intestino, el útero, las trompas de Falopio, los ganglios de la cavidad abdominal, etc.

La laparoscopia consiste en la introducción de un tubo flexible (laparoscopio) en el interior del abdomen, el cual lleva en su punta una luz y una cámara de vídeo. Mientras se introduce, las imágenes son visualizadas en un monitor de televisión. Por el tubo pueden introducirse unas pinzas para obtener biopsias.

En la cirugía laparoscópica es necesario introducir, además de la cámara, otras herramientas a través de otras incisiones que se abren en la pared abdominal.

En función del tipo de laparoscopia:

  • Laparoscopia diagnóstica. Se solicita para investigar enfermedades del abdomen o de la pelvis. Pueden ser enfermedades relacionadas con el peritoneo (la capa que recubre por dentro a la cavidad abdominal), el hígado, la vesícula y el bazo o, en mujeres, diversas enfermedades ginecológicas.
  • Cirugía laparoscópica. La laparoscopia es una técnica utilizada también para realizar intervenciones quirúrgicas, como extirpar un riñón, un ovario, la vesícula, el útero, el bazo, la cirugía bariátrica, etc.